Hace ya un tiempo, quizás alrededor de tres meses, una de estas tardes que estás en casa aburrida, porque si sales no sabes a dónde ir y si te quedas no sabes qué hacer, se me ocurrió que podía hacer cupcakes...así pasábamos la tarde entretenidos y probábamos algo nuevo.
Encontré unos moldes de magdalenas, que me habían quedado de cuando estuve practicando para mi examen de Pastelería en el instituto, bueno, mini magdalenas, por lo tanto serían mini cupcakes.
Empecé con la masa y ya cuando se estaban horneando se me estaban quitando las ganas de decorar, porque daban un olor que era casi imposible resistirse...creo que cayeron más de tres, así sin enfriar ni nada... Hicimos un esfuerzo en casa y nos controlamos.
Mientras se enfriaban empecé con la crema para cubrirlos. Estaba también riquísima!! Vamos, una mezcla para empezar a comer y no parar, jeje.
Tenía en la "súper cajonera de ingredientes y herramientas pasteleras" algunas cositas que me venían bien para decorar y llegó el momento de juntarnos, mi madre, el otro duende y yo. Mi padre esperaba en el salón a ver si alguno nos apiadábamos de él y le dejábamos comer alguno ya...
Y empezamos a decorar. La verdad que pasamos un buen ratito, perlitas por aquí, fideos de chocolate por acá, gomitas por allí, este color de crema por allá. La cara de mi madre disfrutando con esa manga pastelera era digna de ver jejeje.
Cuando acabamos hicimos algunas fotos a los que nos quedaban, y estos son algunos de los que se salvaron:
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