Peppa Pig II

Hoy volvemos con otra tarta de Peppa Pig, y es que l@s niñ@s están encantados con estos dibujos!!

Nos encanta hacer todas las tartas, pero cuando se trata de repetidores como en este caso, parece que estamos más ilusionados, porque significa que realmente les gustó.

Esta tarta era para una niña que cumplía 2 añitos y unos familiares se la querían regalar. Era una tarta pequeña... y es cierto que en ocasiones menos es más, porque una tarta sencilla puede gustar mucho...

Como ya habíamos hecho otra tarta con esta protagonista, pensamos otro dibujo y qué mejor que ponerla vestida de fiesta (con su gorro y su globo) para celebrar el cumpleaños?!

Cuando vino este familiar a recogerla venía con un poco de prisa y no paró mucho tiempo, el justo para verla y decir que le gustaba jajaja. Pero varios días después me lo encontré de compras y ya se paró un poquito más: que la tarta les había gustado a todos, que estaba buenísima, etc.

¿Cómo vamos a estar nosotros? Pues súper contentos!

Doraëmon!!

Buenos días!! Ya estamos de vacaciones!! Al menos yo, que ya era hora jiji. A ver si ahora que tenemos un poquito más de tiempo podemos enseñaros algunas tartas que tenemos por aquí.

La que traemos hoy tiene dos meses ya,...perdón por tanta tardanza...ya sabéis el trajín que nos traemos...

Era el segundo cumpleaños de un niño. Su madre quería regalarle una tarta que a él le gustara. Dudó un poco con el tema de la ésta, tenía algunos dibujos, animales,... al final se decidió por Doraëmon. Creo que todos conocemos ya a ese maravilloso gatito que saca de su bolsillo todo cuanto quiera!!!

Los duendes empezaron a trabajar...Doraëmon por aquí, sus dorayakis por allá...bizcocho, relleno,...el jaleo que suponen todas las tartas, aunque muchos piensen que se puede hacer de momento!!!

Cuando la acabamos fuimos a entregarla. La madre no estaba en ese momento. La vio su tío, a él le gustó!!
En el camino nos encontramos con la madre y nos paramos a hablar. Cuando ella la vio decía que no la partía, que le daba pena!!jajaja. El niño quería coger su Doraëmon, pero todavía no era la hora de partirla. Al final la guardó para el día siguiente, para que estuvieran sus tías también.

Les gustó a todos. Nosotros de nuevo súper felices por ver que nuestro trabajo mereció la pena.