Pues bien, se acercaba el cumpleaños de mi novio, la otra mitad de este blog, el otro duende. Esta vez quería regalarle algo distinto, ya son muchos años los que llevamos juntos y prácticamente nos lo hemos regalado todo, o todo lo que está a nuestro alcance....pensé en regalarle la tarta, aunque me estaba metiendo en un jardín del que no sabría bien cómo salir.
Empecé a mirar y requetemirar páginas por internet; tiendas online de productos, recetas, etc. a ver si daba con algo que no me superara y cogí el toro por los cuernos y encargué el fondant, los colorantes y demás... con tan "buena suerte" que cuando llegó el pedido, él estaba en mi casa...vamos que abrió la puerta él. Me tuve que hacer un poco la loca, pero mi cara es muy transparente y no puedo ocultar las cosas, sabía que algo pasaba, aunque no con exactitud.
Y me puse manos a la obra...Tardé el tiempo suficiente como para pensar: "una y no más". Pero cuando se la llevé y vi que le gustó, cambié de pensamiento. Y no solo eso, sino que ahora cuento con su ayuda para hacerlas....
No hay comentarios:
Publicar un comentario